El Banco Central dictó una serie de medidas que cambian las condiciones por las que las empresas importadoras pueden acceder al dólar oficial para realizar operaciones de comercio exterior. Esta decisión generó cuestionamientos entre los economistas y los referentes del sector.
El especialista y consultor en negocios internacionales Marcelo Elizondo indicó que este tipo de decisiones parciales "genera dos tipos de problemas".
"El primero es objetivo para aquellos a quienes se les impide llevar adelante las compras porque se les restringe la actividad productiva. El segundo es subjetivo; crea un clima de temor y sospecha para todos que hace diferir o modificar disfuncionalmente decisiones económicas por parte de los actores, ante a la duda", agregó.
Además, señaló que a afección de la autonomía para generar contratos en esta materia (que desde hace tiempo ocurre en Argentina a través del régimen cambiario, los limites regulativos, las restricciones diversas vigentes y las cuantificaciones) es una lesión al marco de referencia institucional que afecta el dinamismo y la agilidad económicos generales.
Restricciones a las importaciones: impacto en la Argentina
"En los primeros cinco meses de 2022, en los que nuestras importaciones crecen fuerte (44%, superando ya los 32.700 millones de dólares), un 37% del total comprado al exterior se compone de bienes intermedios que se usan para finalizar en nuestro país procesos productivos; otro 30% se explica por la suma de bienes de capital (máquinas para producir) más algunas partes y accesorios de bienes de capital (para armado o reposición en aquellos), y otro 14% se genera en combustibles y lubricantes", enfatizó.
En ese punto, Elizondo agregó que "la Argentina, aun con la relevante alza de 2021 y 2022, es una economía que sigue teniendo una relación importaciones/PBI menor que el promedio de la región: si la tendencia se mantiene, a fin de este año la relación referida (computando bienes y servicios) rondará un 20%, mientras que en Latinoamérica esa ratio se ubica en 24% (todos los países de la región excepto Brasil muestran ratios mayores que el nuestro). En todo el planeta la relación es 27%".
"En los últimos 3 años la Argentina acumuló un saldo comercial positivo en la balanza de bienes (exportaciones menos importaciones) de casi 45.000 millones de dólares: es, pues, poco adjudicable a las importaciones (aisladamente) una responsabilidad en la tensión cambiaria", remarcó.
La culpa no es de las importaciones
"El intríngulis argentino no son las importaciones sino el régimen cambiario: un tipo de cambio oficial descolocado (manifestado en la brecha entre ese oficial y los paralelos), una centralización en el banco central para pagos y cobros en el comercio exterior y una inestabilidad macroeconómica distorsiva alientan comportamientos cortoplacistas y reducen la oferta de dólares en el mercado oficial", agregó el analista.
Y concluyó señalando que "Argentina no carece de dólares, sino que esas divisas circulan fuera del enrarecido sistema oficial por desincentivos en el marco de referencia".
Efectos negativos de limitar las importaciones
Según advierten desde la consultora DNI, Las decisiones limitativas parciales (además, creadoras de estándares múltiples a través de priorizaciones y discriminaciones) generan dos tipos de problemas:
"Además, la afección de la autonomía para generar contratos en esta materia (que desde hace tiempo ocurre en Argentina a través del régimen cambiario, los limites regulativos, las restricciones diversas vigentes y las cuantificaciones) es una lesión al marco de referencia institucional que afecta el dinamismo y la agilidad económicos generales", agregó Elizondo.
El experto, además, advirtió que un cepo importador afectará a la actvidad económica en general, dado que las importaciones se activan "cuando se producen bienes y servicvios".
"Las importaciones componen la producción de bienes, generan numerosas prestaciones en servicios, crean empleo, son relevante parte de la inversión, integran eslabones en cadenas de valor, dinamizan la evolución tecnológica, permiten funcionar a empresas internacionales a través del acoplamiento en estándares y normas técnicas y de gestión y equilibran la macroeconomía cuando ésta funciona de modo regular", alertó el experto.
Además, el experto advirtió que si se traban las importaciones, habrá consecuencias negativas para las ventas de productos argentinos al mundo.
"La Argentina tiene un ratio de exportaciones en relacion al PBI que es más bajo que el promedio de la región y una parte de las razones es su dificultad en la mejora tecnológica y la elevación de la escala", alertó Elizondo.
"Exportar más requiere inversión, tecnología, empresas insertas en redes supranacionales de generación de valor: y ello exige dinamismo en ingresos y egresos", completó, dejando en claro que un cepo reforzado atentará con dicho dinamismo.
Una por una las nuevas medidas para el comercio exterior
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