El ingreso de divisas de la cosecha del trigo 2022/21 cerrará con un aumento de 700 millones de dólares en relación al año pasado. Las estimaciones privadas confirmaron un aumento en la producción del cereal, mientras las compras por parte de los exportadores crecieron en los últimos meses. La suba en la cotización internacional del cultivo es otra de las razones que permiten sostener este ingreso de dólares en el tramo final de 2021, clave para la recomposición de divisas del Banco Central. Fuentes de la entidad monetaria reconocieron que esperan una mejora en los niveles de producción y valores del grano.  

Las últimas lluvias revirtieron los pronósticos de estrés hídrico en las principales regiones trigueras del país. En este contexto, la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) elevó las proyecciones de cosecha en 600.000 toneladas, con un volumen final de 20,7 millones de toneladas. Este número movió cambió todos los casilleros en el negocio. Con este volumen de producción, quedarán asegurados el saldo que requiere el mercado doméstico y la exportación, que será de 13,5 millones de toneladas

A valores actuales, representan 3.650 millones de dólares que ingresarán a las arcas fiscales hacia fin de año. En mayo de este año, el sector privado calculaba un ingreso de 3.180 millones de dólares, mientras que la facturación del complejo triguero 2020/21 se ubicó sobre los3.000 millones de dólares. En la última rueda comercial en Chicago, la cotización fue de USD269,7 por tonelada para la posición Diciembre 2021, un 59% más en relación al año pasado. 

La industria exportadora tomó nota de la racha alcista del trigo en Chicago y lleva compradas 7,7 millones de toneladas de la actual campaña, un 48% más en relación a 2020, de acuerdo a la Bolsa de Cereales y Productos de Bahía Blanca (BCP). El escenario de menor cosecha en los principales países productores del mundo permite anticipar firmeza en los precios. 

Según el Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA, por sus siglas en inglés), la producción en Canadá y Estados Unidos cayeron 2 y 1,4 millones de toneladas, respectivamente. La proyección de cosecha mundial cayó en 6 millones de toneladas y quedó en 277,2 millones de toneladas, un recorte mayor al estimado por los operadores en la previa del reporte. Las existencias del grano se ubican en el piso más bajo de los últimos cinco años.

A nivel nacional, las lluvias permitirán afianzar los rindes en las principales regiones productivas. El caso más evidente es Buenos Aires, con desempeños que de acuerdo a la BCR promediarán los 3.710 kilos por hectárea. En Santa Fe serán de 3.210 kg/ha y en Córdoba de 3.010 kg/ha. A nivel nacional, el rendimiento} promedio en la última campaña fue de 2.820 kg/ha. En esta campaña, los productores aprovecharon la buena relación de precios entre insumos y productos, para incorporar tecnología al cereal. Esta tendencia se percibe en la reposición de nutrientes, que creció a pasos acelerados en la última década y en trigo pasó de 430.000 toneladas en 2009 a 1,5 millones de toneladas en 2019. 

En el norte del país comenzó la trilla, con rindes que oscilan entre 800 y 1.200 kilos por hectárea. En esta región, la bolsa rosarina advirtió que la producción será baja. En Santiago del Estero y Chaco se perderá un área implantada de 75.000 ha y la productividad no superara los 1.500 kilos por hectárea. Más allá de esta situación puntual, la estimación de cosecha final no se verá afectada, porque el trigo de la región pampeana termina de definir el volumen de producción.